Hace
tan sólo unas semanas llegaba a mis manos el texto "Del conflicto a la comunión. Conmemoración Conjunta Luterano-Católica Romana de la Reforma en el2017", editado por Sal Terrae. He de decir que lo he leído rápido porque
quería ofrecer una reseña del mismo dentro del octavario de oración para la
unión de los cristianos.
En
2017, cristiano tanto luteranos como católicos van a conmemorar conjuntamente
el 500 aniversario de la reforma. Hoy, ambos, disfrutan del crecimiento en un
entendimiento, cooperación y respeto mutuos. Han llegado a conocer que "es
más lo que les une que lo que les divide" -palabras de Juan XXIII-, sobre
todo, la fe común en el dios Trino y la revelación en Jesucristo, así como el
reconocimiento de las verdades fundamentales de la doctrina de la
justificación.
A
ese propósito, el Papa ha subrayado la importancia para todos de “confrontarse
en diálogo sobre la realidad histórica de la Reforma, sobre sus consecuencias y
las respuestas que halló. Católicos y luteranos pueden pedir perdón por el mal
que se han hecho unos a otros y por las culpas cometidas ante Dios, y, al mismo
tiempo, alegrarse por la nostalgia de unidad que el Señor ha despertado en
nuestros corazones y que nos hace mirar adelante con esperanza”.
“A
la luz del camino de estas décadas y de tantos ejemplos de comunión fraternal
entre luteranos y católicos de los que hemos sido testigos, confortados por la
confianza en la gracia que nos da el Señor Jesucristo - ha concluido- estoy
seguro de que sabremos proseguir nuestro camino de diálogo y comunión, haciendo
frente también a las cuestiones fundamentales, e igualmente a las divergencias
que surgen en ámbito antropológico y ético. Ciertamente, las dificultades no
faltan, ni faltarán; requerirán una vez más paciencia, diálogo, comprensión
recíproca, pero ¡no nos asustamos!. Sabemos, como recordaba Benedicto XVI, que
la unidad no es en primer lugar fruto de nuestro esfuerzo, sino de la acción
del Espíritu Santo al que tenemos que abrir nuestros corazones con confianza
para que nos lleve por la senda de la reconciliación y la comunión”.
En
el encuentro, como nos indica la presente obra, se reflexionará también sobre
50 años de diálogos ecuménicos oficiales en el ámbito mundial. Durante este
tiempo, la comunión que comparten ha seguido creciendo. Esto anima a luteranos
y católicos a celebrar unánimemente el testimonio del evangelio de Jesucristo,
que constituye el centro común de su fe. Al mismo tiempo, en medio de esta
celebración, tendrán también razones para experimentar el sufrimiento causado
por la división de la Iglesia y para evaluar de manera autocrítica no solo la
historia, sino también las realidades actuales.
Del
conflicto a la comunión desarrolla una base para una conmemoración ecuménica
que contrasta con centenarios anteriores. La Comisión Luterano – Católico
Romana sobre la Unidad invita a los cristianos a leer y estudiar este informe
con un espíritu de apertura y de crítica y a emprender la ruta hacia la unidad
plena y visible de la Iglesia.
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